Una leyenda urbana muy popularizada en torno al mundo canino nos asegura que un año de existencia de un perro equivale a siete años en la edad humana; no es exactamente así, este cálculo carece de fundamento científico, más allá de ser un método popular para realizar una conjetura aproximada.
En primer lugar, no todas las razas viven los mismos años ni tienen las mismas características, y en segundo lugar, hay muchas temáticas y variables que influyen en los años de vida de un perro y en el proceso de envejecimiento.