Mascotas | Custodia compartida en caso de divorcio

Tras la ansiada modificación del Código Civil, los animales de compañía han dejado de verse como meros bienes de propiedad privada o como cosas. Con esta nueva legislación por fin se reconocen como lo que son: seres vivos dotados de sensibilidad. Esto abre la puerta a poder establecer un régimen de custodia compartida de un perro o cualquier otra mascota en caso de divorcio o separación.

¿Qué pasa con mi mascota si me separo de mi pareja?

Los animales domésticos también son miembros de la familia

Esta consideración de las mascotas como un miembro más de la familia, en vez de un obejto o una cosa, permite incluirlas en el convenio regulador en los casos de separación. Aquí se detalla quién se queda con las mascotas en caso de ruptura matrimonial, quién corre con los gastos, cómo será el régimen de visitas, etc. En muchos aspectos, el régimen jurídico de custodia de las mascotas es similar al que regula la custodia compartida de los hijos.
E, igualmente, lo ideal es que se pacte de mutuo acuerdo entre las partes. De no ser así, decidirá el juez, siempre teniendo en cuenta el bienestar del animal.

El convenio regulador es un documento que recoge los efectos derivados de un divorcio o separación. Es de mutuo acuerdo entre los cónyuges y de obligado cumplimiento.

¿Quién es el propietario de un perro?

El propietario del perro es su dueño legal. Solo puede haber una persona registrada como dueña del animal y está será la que consta como cuidadora del mismo. El nombre del dueño figura en el microchip del animal y éste será el responsable de su cuidado.

Hay casos en los que el perro o gato no tiene el microchip, por ser muy joven por ejemplo. En este caso se considera propietaria a la persona que figure inscrita en la cartilla sanitaria del animal.

¿Qué ocurre cuando los miembros de la pareja no están casados?

Durante la tramitación de la proposición de ley en el Congreso de los Diputados, se debatió la posibilidad de incluir a las parejas de hecho. Sin embargo, este punto no obtuvo los apoyos necesarios en el Senado. Como consecuencia, en los casos de separación, la mascota se quedará con el “propietario” que conste en el registro.

Es evidente que los vínculos afectivos establecidos con las mascotas van más allá del marco jurídico. Por eso, si el otro miembro de la pareja de hecho se considera perjudicado, puede presentar una demanda. Prevalece el bienestar del animal ante los intereses de las exparejas.

¿Necesito contratar a un abogado?

Como ya se ha dicho anteriormente, siempre se debe tratar de llegar a un acuerdo consensuado entre las partes. Ir a juicio es el último recurso, por las cargas asociadas que conlleva, tanto económicas  (abogado, juicio...) como emocionales. Además, el juez siempre buscará garantizar el mejor cuidado del animal, independientemente de lo que eso suponga para los otros miembros de la familia y las exparejas.

Sirvan como ejemplo los casos de violencia intrafamiliar. La ley prevé que se pueda estar utilizando a los animales de compañía como arma arrojadiza. El juez no debe permitir que un miembro de la pareja use a los animales domésticos para causarle un perjuicio económico o moral al otro.

Así, no otorgará la custodia compartida en casos de separación si:

  • Detecta que existe una situación de riesgo para la mascota o malos tratos al animal.
  • Considera que una de las partes quiere quedarse con la mascota para hacer daño a la otra persona.
  • Percibe ánimo de venganza o chantaje en los términos del acuerdo de divorcio.

¿Cuáles son los criterios que se siguen para decidir la custodia?

A la hora de decidir la custodia del animal se analizan varios factores. En la determinación de la custodia de animales de compañía se tienen en cuenta más o menos los mismos principios que en el caso de la custodia de los hijos, aunque por supuesto existen alguna diferencias entre este tipo de custodias. Algunas de las cosas que se tienen en cuenta son:

  • Quién es la persona que se encarga del cuidado de la mascota en realidad.
  • Las condiciones de la vivienda del cuidador. 
  • Tiempo que el cuidador pueda dedicar al cuidado del animal,
  • Economía disponible para gastos.
  • Si hay niños que tienen un vínculo con el perro o gato, los tribunales recomendarán que el animal se quede con ellos.

Por lo general, se le dará prioridad al bienestar del animal así como el de los menores de edad, si es que forman parte del núcleo familiar

Perro con su familia.123RF

Consejos para facilitar la custodia compartida de mascotas en caso de ruptura

  • Evitar ir a juicio. Los juicios son caros, conllevan gastos judiciales y contratar a un abogado puede incurrir en grandes costes. Además puede llegar a ser muy duro emocionalmente. Por otro lado, pueden tardar mucho en resolverse. Y no solo eso: lo peor es que no garantizan la custodia compartida de un perro. El juez solo está obligado a garantizar el bienestar del animal, no las necesidades de las partes.
  • Recurrir a la mediación. Un mediador no puede tomar decisiones ni imponer los términos de un acuerdo. Sin embargo, puede ayudar a las partes a lograr pactos que beneficien a todos, incluidas las mascotas. Y, además, la mediación ayudará a hacerlo de una manera ágil.
  • Separarse de forma amistosa de tu expareja. Incluso si se trata de una pareja de hecho, conviene redactar un documento acordando los puntos de la separación en lo referente a la mascota. Un acuerdo en caso de divorcio puede incluir lo siguiente:
  1. Las personas que firman el documento.
  2. Lugar y fecha de la firma.
  3. Nombre de la mascota.
  4. Código del chip del perro o gato.
  5. Con quién se quedará la mascota de manera habitual.
  6. Cuál será el régimen de visitas.
  7. Dónde se realizará el intercambio.
  8. Quién se ocupará del cuidado del animal.
  9. Cómo se repartirán los gastos.

Los documentos surgidos de una mediación solo tienen validez legal si reconocen los derechos de ambas partes. Además, son vinculantes; es decir, los dos miembros de la pareja deben cumplir lo acordado. Si no, un juez puede obligarles a cumplir los términos del acuerdo. Un abogado podrá asesorarte sobre estas cuestiones.

Ley para la custodia compartida de animales

La reforma del Código Civil que regula la custodia compartida de las mascotas representa un cambio legislativo muy importante para proteger los derechos de los animales. Al considerarlos seres vivos dotados de sensibilidad, la ley permite tratarlos como miembros de la familia de pleno derecho.

¿Cómo afecta al perro o gato la custodia compartida?

La relación afectiva que se establece con sus cuidadores prevalece sobre la propiedad de la mascota. Este cambio de rumbo también está en sintonía con el convenio europeo que protege los derechos de las mascotas. Según el mismo, las personas que tienen un animal de compañía son algo más que meros propietarios: deben responsabilizarse del cuidado del animal. Si en una pareja ambos cuidan de su mascota, los dos son corresponsables, independientemente de a quién pertenezca. Este concepto de responsabilidad asociado a la tenencia de mascotas también está recogido en la proposición de ley de bienestar animal.


Su finalidad es proteger los derechos de los animales y favorecer la convivencia responsable. Más allá de quién sea el propietario o “titular” de la mascota, la custodia compartida pretende evitarle sufrimientos.

¿Quién se queda con la mascota en caso de divorcio?

Tras la modificación del Código Civil, la titularidad de la mascota se convierte en una mera formalidad. Ahora el perro de la familia es un sujeto de derecho y su bienestar puede depender de la custodia compartida en caso de ruptura matrimonial. En caso de divorcio, si no se llega a un acuerdo, será el juez quien tome una decisión sobre la custodia del animal y a qué persona le corresponde.