1 - Tengo que prohibir que mi gato salga a la calle y restringir los paseos de mi perro.
Falso. No hay por qué prohibir que tus mascotas salgan fuera. La clave es tomar algunas precauciones antes y después del paseo. Puedes proteger a tu compañero con alguna prenda de abrigo, sobretodo si es de tamaño pequeño o pelo muy corto, si es senior o está en proceso de recuperación de alguna enfermedad.
Evita los paseos muy largos, es mejor reducir el tiempo de paseo y aumentar el número de salidas, más cortas, para evitar que sus pezuñas y orejas se congelen.
Tras el paseo, seca sus patas y vientre concienzudamente, estas zonas son muy sensibles al frío. Si tienes un gato y sigue haciendo sus rondas nocturnas durante los meses de frío, asegúrate de que pueda entrar en casa a la vuelta para poder calentarse. Revisa sus almohadillas para asegurarte de que no tenga hielo incrustado.
Sea un gato o un perro, le gustará si bañas sus patas en agua templada y luego las secas bien.
2 - No debo bañar a mi mascota en invierno
No es del todo cierto. Ciertamente, si hace frío, no va a ser muy tentador para nuestro perro o gato pasar un largo rato en la bañera. Pero si fuera necesario (ya que pueden mancharse más de lo normal durante el paseo debido a la lluvia, los charcos y la nieve), no hay razones para no hacerlo. Lo principal es, como en cualquier otra época del año, usar un champú adecuado, no mojar la orejas ni la cara, evitar las corrientes de aire y secar bien su cuerpo después del baño. Tómate tu tiempo en esto último, utiliza secador de pelo a ser posible, y evita que salgan a la calle hasta que no estén bien secos.
En invierno es aconsejable disminuir la frecuencia de baños de tu mascota y reducir su duración. Lávalos solo si es imprescindible, así mantendrás el ciclo natural de su pelaje y la producción de aceites naturales que producen para protegerse del frío.
3 - Tengo que cambiar la dieta de mi mascota
Depende. Puede ser útil aumentar la cantidad de ración de comida de tu perro si es muy activo y gasta mucha energía, o si vive al aire libre (atención con su guarida, asegúrate de que está bien aislada del frío, que está caliente y su recipiente con agua no está congelado).
Tu veterinario puede aconsejarte sobre este punto: dependiendo de la raza y el estilo de vida de tu mascota, la ración promedio se puede aumentar hasta un 30%, o puedes cambiar su pienso por uno con mayor concentración en calorías.
Para el gato de interior o perros muy caseros que requieren de poca actividad física, no será necesario cambiar su dieta. Puedes consultar con tu veterinario si observas que tu mascota está decaída o con falta de energía en invierno, puede que necesite algún suplemento vitamínico.
4 - Puedo olvidarme de las desparasitaciones hasta la primavera
Falso. Aunque puede haber menos garrapatas durante el invierno, y por lo tanto, menos riesgo de transmisión de enfermedades, recuerda que las pulgas están muy presentes durante todo el año. En invierno aprovecharán cualquier descuido para entrar en las casas en busca de zonas cálidas donde esconderse y reproducirse, para infestar a tu mascota y de paso las alfombras, sofás, parquet, etc.
Para evitar estos problemas, te recomendamos seguir, incluso en invierno, con su calendario de desparasitaciones internas y externas. En caso de infestación de tu hogar, puedes “fumigar” los espacios y superficies con productos especiales.
Consulta siempre con tu veterinario, y no olvides que cada una de nuestras fórmulas incluye un bono de prevención para el reembolso de antiparasitarios internos y externos.
5 - Mi mascota corre un alto riesgo de intoxicación durante el invierno.
Verdadero. Muchos propietarios de mascotas lo desconocen, pero una de las mayores causas de muerte de perros y gatos durante el invierno es la intoxicación por ingerir productos anticongelantes. Estos líquidos tienen un sabor dulzón que atrae a nuestras mascotas. En el caso de los productos empleados para derretir o impedir el hielo en carreteras, por ejemplo, son productos tóxicos que pueden impregnar las patas de los animales, provocando alergias o intoxicaciones si se lamen.
Si vives en zonas donde nieva o hiela habitualmente, toma algunas precauciones e impide que tu perro o gato pasee sin supervisión. En el caso de los perros, intentaremos llevarlos siempre con correa cuando paseemos por zonas en las que pueda haber este tipo de productos.
Si se trata de un gato que sale de casa, deberemos estar atentos a su llegada para limpiar muy bien sus patas y revisar el espacio entre las almohadillas.
SantéVet
¡Juntos cuidamos de su mascota!