Sin embargo, si los vómitos se producen con frecuencia, de manera continuada y además van acompañados de otros síntomas, lo más aconsejable sería acudir al veterinariopara que pueda descartar que son debidos a alguna enfermedad más grave.
En el caso de vomitar espuma de color amarillento, y también normalmente acompañado de mucosidad, tienes que tener en cuenta que probablemente es debido a la presencia de bilis, un líquido que se produce en el hígado para metabolizar las grasas.
El síndrome de vómito bilioso: ¿qué es la bilis y por qué está presente en el vómito?
La bilis formada en el hígado se almacena en la vesícula biliar y luego es liberada al intestino cuando hay una ingestión de alimento, para ayudar a la digestión de este.
Como es la comida la que estimula el paso de la bilis al intestino, cuando tu perro pasa un período de tiempo en ayunas, se llega a almacenar una gran cantidad de esta sustancia en la vesícula biliar, al no haber sido liberada. En un estómago que esté vacío, y debido al reflujo de esta bilis almacenada, se puede llegar a provocar una irritación de sus paredes, dando lugar al vómito.
Las causas suelen ser demasiado tiempo entre que le das una comida y la siguiente toma, cambios repentinos en la dieta, piensos de baja calidad o efectos secundarios a ciertos medicamentos o estrés (por ejemplo, en casos de ansiedad por separación). Puede ocurrir tanto en el perro adulto como en jóvenes, aunque los perros ancianos tienen más probabilidades de sufrirlo.
El síndrome del vómito bilioso es una causa leve y habitual de vómitos, pero, en algunas ocasiones, estos pueden estar provocados por enfermedades o procesos más graves.
¿Qué hacer si mi perro está vomitando bilis?
Si tu perro vomita bilis, lo primero que debes hacer es mantener la calma. Observa su comportamiento y busca otras señales, ya que un único incidente de vómito puede ser normal. Ahora bien, si se repite, la situación requiere de más atención.
Comprueba la frecuencia de sus vómitos y recuerda cuándo fue la última vez que comió tu perro. Y, si los vómitos persisten, contacta con tu veterinario.
Primeros pasos a seguir si tu perro vomita líquido biliar
Cuando tu perro comienza a vomitar líquido biliar, es vital que actúes con rapidez:
- Observa el estado general de tu perro y comprueba si, además, está apático, tiene diarrea, pierde el apetito o parece deshidratado.
- Analiza la frecuencia de los vómitos y valora la visita al veterinario.
- Anota la hora de los vómitos, ya que si lo hace por la mañana antes de comer podría ser un signo de que pasa demasiadas horas sin ingerir ningún alimento.
- No le des comida ni agua durante unas horas para evitar más irritación en su estómago.
Estos son solo los primeros pasos: si los vómitos persisten, debes acudir al veterinario para continuar con un tratamiento específico.
Soluciones caseras para el vómito amarillo de los perros
- Ayuno temporal, de entre 12 y 24 horas.
- Hidrata a tu perrito ofreciéndole agua fresca en pequeñas cantidades.
- Añade al agua algún té de hierbas, como la menta o el jengibre, que calmarán su estómago.
- Divide sus comidas en varias tomas para evitar que su estómago se vacíe mucho tiempo.
Causas comunes del vómito de tu perro
Otras causas por las que tu perro ha vomitado amarillo podrían ser:
- Problemas gastrointestinales, como úlceras estomacales, enfermedad inflamatoria crónica de intestino delgado o algunos tipos de tumores. La gastritis y la acidez estomacal suelen ser muy comunes.
- Presencia de parásitos o enfermedades víricas/bacterianas.
- Obstrucción por ingestión de un objeto extraño (huesos, juguetes, piedras...): los vómitos biliosos aparecerán después de haber tenido otros antes y que habrán provocado que el estómago quede vacío y falta de apetito. Tu perro mostrará, además, signos de dolor e inactividad.
- Enfermedades hepáticas, como pueden ser abscesos o insuficiencia hepática.
- Pancreatitis: en este caso, el vómito se produce debido a una alteración en la producción de enzimas por parte del páncreas que hace que algunos alimentos no se puedan digerir. Suele acompañarse de diarrea, fiebre, deshidratación y dolor abdominal.
- Alergias: tanto si tu perro consume algún alimento al que es alérgico como si padece intolerancias alimentarias.
- Otras patologías, como por ejemplo infección de útero en las hembras.
¿Es siempre el vómito amarillo un signo de enfermedad?
No necesariamente, también puede ser simplemente un indicativo de que el estómago del perro está vacío. Pero, aunque no siempre el vómito amarillo en perros es signo de enfermedad, ante la duda te aconsejamos siempre acudir al veterinario para descartar cualquier problema de salud.
¿Cuándo debería preocuparme?
Algunos síntomas que deberían mantenerte alerta son los siguientes:
- Vómito amarillo crónico o recurrente.
- Dolor abdominal.
- Letargo o disminución de la actividad.
- Fiebre.
- Vómitos de color marrón o rojo.
Vómito amarillo en perritas: ¿hay alguna diferencia?
Hay que tener en cuenta que durante el embarazo o el celo las perritas pueden experimentar cambios hormonales que afectan a su sistema digestivo y pueden llevar a episodios de vómito. Además, algunas afecciones como la infección uterina pueden también provocar vómitos.
¿Qué hacer cuando ocurra? Visita al veterinario para un buen diagnóstico
Si tu perro tiene vómitos de más de un día o vomita cada vez que intenta comer y/o beber, y esto va acompañado de otros síntomas, como falta de fuerza, dolor o diarrea, lo primero que debes hacer es acudir a tu veterinario de inmediato, para que pueda determinar la causa del malestar y establecer un buen tratamiento.
Tu veterinario te preguntará sobre el inicio de los síntomas, la frecuencia, el contenido y el color de los vómitos, así como de posibles circunstancias que hayan podido llevar al problema. Llevará a cabo una exploración física completa de tu perro y puede que necesite realizar pruebas complementarias como análisis de sangre, de orina, de heces, radiografía, ecografía o incluso endoscopia. Un seguro médico para perros puede ayudarte a cubrir estos gastos veterinarios.
Tratamientos disponibles para el vómito amarillo en perros
El tratamiento para el vómito amarillo en perros varía dependiendo de la causa subyacente. En los casos más leves, puede ser suficiente con dejar descansar el sistema digestivo durante 12 horas y ofrecer agua cada 3 o 4 horas.
Sin embargo, en situaciones más graves es necesario tomar medidas más drásticas.
¿Qué medicamentos darle a un perro cuando vomita bilis?
Dependiendo que cuál sea la enfermedad o proceso que está causando el vómito, el veterinario te indicará medicamentos para mejorar la motilidad gástrica, para reducir la acidez del estómago, protectores gástricos y hepáticos, antibióticos, antiparasitarios o analgésicos.
En algunas ocasiones, será necesaria la fluidoterapia para corregir una posible deshidratación y, en casos de obstrucciones por objetos extraños, se puede requerir cirugía.
Tratamientos naturales y caseros para el vómito amarillo
Solo si el vómito es leve y ocasional y no has detectado que vaya acompañado de otros síntomas puedes seguir estas recomendaciones, aunque siempre es necesaria la visita al veterinario:
- Comienza a darle pequeñas cantidades de agua cada dos o tres horas.
- Usa una dieta blanda: si tolera el agua, puedes comenzar a darle alimentos de fácil digestión, como piensos o comida húmeda especial para problemas gastrointestinales. De forma casera puedes preparar arroz cocido con pechuga de pollo o pavo cocida sin sal.
- Dale pequeñas cantidades de esta comida cada poco tiempo para que su estómago no esté vacío. Según se vaya recuperando, puedes ir aumentando la cantidad de comida por ración.
- Si no han vuelto a aparecer los vómitos, podrás volver a su dieta habitual también de forma gradual, mezclándola con la dieta blanda y reduciendo esta en cada toma.
Alimentación y el vómito amarillo: ¿qué puede comer mi perro?
Los perros que vomitan bilis de forma crónica es necesario que sigan una dieta especial, fácil de digerir y con poca grasa y alta cantidad de fibra. Además, tu veterinario te aconsejará sobre el cambio de algunos hábitos en la alimentación de tu can, como por ejemplo darle raciones más pequeñas, pero más frecuentes, a lo largo del día.
Como recomendación general, cada vez que vayas a hacer cualquier cambio de pienso o alimentación a tu perro hazlo poco a poco, ya que estos cambios pueden alterar y afectar su digestión. Controla, además, lo que come tu perro, guardando productos químicos y tóxicos fuera de su alcance y vigilando posibles objetos que puedan ser tragados, especialmente si es un cachorro.