¿Cuánto cuesta sacrificar a un perro o cuánto cobran por aplicar la eutanasia a un perro?
En España, los precios de una eutanasia para un perro suelen oscilar entre 50 y 100 euros, aunque, en algunos casos, pueden superar los 200 euros si se incluyen servicios adicionales.
Factores que influyen en el precio
● Ubicación y clínica veterinaria: en ciudades grandes, los precios pueden ser más competitivos que en zonas rurales. Cada clínica establece sus propias tarifas, según sus costos operativos.
● Tamaño del perro: los perros grandes requieren más anestesia y medicamentos, lo que puede elevar el costo del procedimiento.
● Método utilizado: la inyección intravenosa es el método más común y económico, mientras que otras técnicas, como la inyección intracardíaca, pueden ser más costosas.
● Horario y urgencia: si el procedimiento se realiza fuera del horario habitual, durante la noche o en fin de semana, puede haber un recargo del 50 % o más.
Costos adicionales (transporte, incineración, trámites)
● Desplazamiento del veterinario: si el profesional acude al domicilio, se suele cobrar un extra por el traslado, que puede ir desde 20 a 100 euros, dependiendo de la distancia a recorrer.
● Incineración: la cremación individual con entrega de cenizas cuesta entre 100 y 300 euros, mientras que la colectiva (sin entrega de cenizas) ronda los 30 a 100 euros.
Algunos seguros veterinarios para perros pueden cubrir parte de los gastos de la eutanasia, como el procedimiento en clínica o a domicilio y la incineración. Contar con un seguro también ayuda a gestionar mejor los costes de enfermedades crónicas o tratamientos paliativos, lo que asegura una mejor calidad de vida para el perro hasta el final. Consultar opciones de seguros puede ser una buena manera de estar preparado para cualquier imprevisto.
¿Cuándo se debe tomar la decisión de dormir a un perro?
Decidir el momento adecuado para la eutanasia es una de las decisiones más difíciles para cualquier dueño. En general, se recomienda la eutanasia cuando el perro sufre una enfermedad terminal o crónica que deteriora gravemente su calidad de vida y no hay posibilidad de recuperación.
Además, el veterinario juega un papel fundamental en este proceso. No solo evalúa la salud del perro con pruebas avanzadas, como analíticas o biopsias, sino que también asesora a los dueños sobre su estado real y les ayuda a tomar una decisión informada.
En muchos casos, una consulta veterinaria puede aclarar dudas sobre el nivel de sufrimiento del animal y si existen alternativas paliativas antes de optar por la eutanasia. Un profesional experimentado puede aportar una perspectiva objetiva, lo que reduce la carga emocional de la decisión y garantiza que el bienestar del perro sea siempre la prioridad.
Enfermedades terminales y pérdida de calidad de vida
Algunas señales que indican que un perro puede estar sufriendo y que la eutanasia podría ser la opción más compasiva incluyen:
- Dolor crónico que no mejora con tratamiento.
- Pérdida total de movilidad o dificultad severa para caminar.
- Falta de apetito durante días o semanas.
- Insuficiencia orgánica (renal, hepática, cardíaca, etc.).
- Dificultad respiratoria constante.
- Pérdida de control de esfínteres y úlceras por estar postrado.
Para evaluar la calidad de vida, algunos veterinarios utilizan la Escala de HHHHHMM (Hurt, Hunger, Hydration, Hygiene, Happiness, Mobility, More good days than bad). Se puede calificar cada aspecto del 0 al 10, donde 0 es el peor estado y 10 el mejor.
Criterio |
Descripción |
Puntuación (0-10) |
Dolor (Hurt) | ¿El perro tiene dolor crónico o insoportable? | |
Hambre (Hunger) | ¿Sigue comiendo o ha perdido el apetito? | |
Hidratación (Hydration) | ¿Bebe suficiente agua o está deshidratado? | |
Higiene (Hygiene) | ¿Puede mantenerse limpio o tiene incontinencia/úlceras? | |
Felicidad (Happiness) | ¿Todavía disfruta de sus actividades o está apático? | |
Movilidad (Mobility) | ¿Puede moverse sin dificultad o está postrado? | |
Más días buenos que malos (More good days than bad) | ¿Tiene más momentos de bienestar que de sufrimiento? |
Si la mayoría de las puntuaciones están por debajo de 5, es posible que el perro no tenga una buena calidad de vida y sea el momento de considerar la eutanasia.
Consideraciones emocionales y éticas
Aceptar la eutanasia como una opción puede ser difícil, pero es importante recordar que prolongar el sufrimiento de un perro solo por nuestro apego puede no ser lo mejor para él. Hablar con el veterinario y con la familia puede ayudar a tomar una decisión informada y amorosa.
Si el perro tiene más días malos que buenos y sufre constantemente, optar por la eutanasia puede ser un último acto de amor para evitarle más dolor.
Eutanasia en casa y a domicilio
Optar por la eutanasia a domicilio es una alternativa que muchos dueños consideran para que su perro pueda partir en un ambiente familiar y tranquilo. Aunque esta opción suele ser más costosa que en una clínica, brinda comodidad y reduce el estrés del animal en sus últimos momentos.
¿Cómo funciona el procedimiento a domicilio?
El veterinario acude al hogar con todo el material necesario y sigue estos pasos:
- Sedación previa: se administra un sedante suave para relajar al perro y evitar cualquier incomodidad.
- Aplicación de la eutanasia: una vez dormido, el veterinario inyecta un fármaco que induce un paro cardíaco indoloro.
- Comprobación del fallecimiento: se verifica que el corazón ha dejado de latir y se da un momento para la despedida.
- Retiro del cuerpo (opcional): algunos servicios incluyen el traslado del cuerpo para proceder a la incineración o entierro, según la elección del dueño.
Consejo Santévet: si bien la eutanasia en clínica suele ser más económica, hacerlo en casa puede ser una opción más tranquila tanto para tu perro como para ti. Despedirte en un ambiente familiar, sin prisas y sin el estrés del traslado puede hacer que ese momento tan difícil sea un poco más llevadero. Si crees que esta es la mejor opción para tu mascota, consulta con tu veterinario de confianza para organizarlo con tiempo. 💙
Incineración y otras opciones tras la eutanasia
Después de la eutanasia, es necesario decidir qué hacer con el cuerpo de nuestra mascota. En España, la legislación prohíbe enterrar a los animales en lugares no autorizados, como propiedades privadas o jardines, debido a razones sanitarias y medioambientales. Por ello, las opciones legales más comunes son la incineración o la gestión a través de servicios veterinarios especializados.
La incineración es una de las alternativas más elegidas por los dueños que desean despedirse de su perro de manera respetuosa. Puede realizarse de dos formas:
● Individual, permite recibir las cenizas en una urna como recuerdo
● Colectiva, el cuerpo se incinera junto con otros animales y no se entregan las cenizas.
Si la incineración no es una opción, algunas ciudades cuentan con cementerios para mascotas donde se pueden enterrar de manera legal.
¿Cómo despedirme de mi perro antes de la eutanasia?
La despedida de un perro antes de la eutanasia es un momento profundamente emocional. Prepararse para ello y saber cómo afrontar el duelo puede ayudar a que el proceso sea más llevadero y a brindarle a nuestra mascota el amor y la tranquilidad que merece en sus últimos momentos.
Antes de la eutanasia: hacer de su último día un momento especial
Dedicar tiempo de calidad a nuestro perro puede ser reconfortante tanto para él como para nosotros. Algunos gestos que pueden hacer que su despedida sea más tranquila y amorosa incluyen:
● Darle su comida favorita, siempre que su estado de salud lo permita.
● Pasar tiempo juntos en su lugar preferido, ya sea en casa, el jardín o en un rincón donde se sienta seguro.
● Acariciarlo y hablarle con calma, para transmitirle seguridad y afecto.
● Llevar una manta o juguete especial si la eutanasia se realizará en la clínica, para que el entorno le resulte más familiar.
● Tomarse el tiempo necesario para la despedida, sin prisas ni presiones.
Muchas personas eligen estar presentes durante el procedimiento para que su perro se sienta acompañado hasta el final. Aunque es una decisión personal, la presencia del dueño puede brindarle paz y hacer que el proceso sea más sereno.
Después de la eutanasia: afrontar la despedida y el duelo
La pérdida de un perro puede ser tan dolorosa como la de cualquier otro ser querido. Es normal sentir tristeza, culpa o incluso alivio si la eutanasia puso fin a su sufrimiento. Cada persona afronta el duelo de manera diferente, pero algunos consejos pueden ayudar a sobrellevarlo mejor:
● Permitirse sentir y expresar las emociones, sin reprimir el dolor.
● Hablar con familiares y amigos, para compartir recuerdos y anécdotas.
● Realizar un pequeño homenaje, como encender una vela, plantar un árbol o conservar un objeto especial.
● Considerar la necesidad de recibir apoyo profesional si el duelo se vuelve demasiado difícil de manejar.
Consejo Santévet: decir adiós a un perro nunca es fácil, pero acompañarlo en sus últimos momentos es un acto de amor incondicional. Permítete despedirte de él de la manera que sientas correcta y busca apoyo si lo necesitas. Tu mascota siempre vivirá en los recuerdos y el cariño que compartisteis.💙