¿Cómo afecta la COVID-19 a nuestros perros y gatos?

La COVID-19 no afecta a nuestras mascotas con la virulencia que ha hecho estragos en los humanos y que pasará a la historia como la primera pandemia del siglo XXI. Pero no podemos bajar la guardia...Nosotros podemos transmitírsela a ellos.

El origen animal de muchas de nuestras enfermedades

Según la OMS, cada año aparecen cinco nuevas enfermedades humanas, siendo tres de ellas de origen animal. El SARS-Cov2, es un coronavirus que está presente de forma natural en algunos hospedadores animales. Se cree que pudo introducirse en un momento dado en la especie humana y extenderse de forma pandémica entre estos últimos originando lo que conocemos hoy en día como Covid-19.

En los animales domésticos existen otros tipos de coronavirus que no guardan relación con el actual SARS-Cov2 y que no representan ningún riesgo para los humanos, es decir no son zoonosis (enfermedades transmitidas de los animales a las personas). Estos coronavirus afectan al perro y al gato (peritonitis infecciosa felina o PIF), con síntomas principalmente digestivos (diarrea, vómitos).

La Organización mundial de Sanidad Animal (OIE) ha registrado 598 brotes de COVID en animales que afectan a 14 especies en 30 países hasta finales de octubre del presente año 2021. Los animales, no obstante, no parecen tener un papel importante en la propagación del virus que causa la Covid-19. No hay pruebas evidentes de que exista transmisión a través de la piel o del pelo de una mascota a las personas. Hoy en día no hay evidencia científica de que los animales domésticos transmitan el COVID-19. (World Small Animal Veterinary Association)

¿Afecta el Covid-19 a nuestras mascotas?

En febrero de 2020, una mujer de Hong Kong fue diagnosticada con COVID-19 y su perro, un Pomerania de 17 años fue la primera mascota conocida en contraer la infección por el virus. Sí se han reportado casos aislados de perros y gatos infectados por sus propietarios que habían contraído la enfermedad Covid-19.

Uno de los estudios realizados al respecto es el Els Broens et col. de la universidad de Utrecht que analizaron un total de 156 perros y 154 gatos de hogares de personas positivas a COVID -19. Las conclusiones a las que llegaron fueron que el 4.2% de los animales fueron positivos a PCR (6 gatos y 7 perros) y el 17,4% (23 perros y 31 gatos) resultaron positivos en anticuerpos. Todos los animales positivos a la PCR negativizaron posteriormente la prueba y parece que el virus no se transmite entre mascotas que viven juntas. Este estudio revela que la prevalencia de la COVID-19 en mascotas de personas que han sufrido la enfermedad, es relativamente alta, aunque en los animales se presenta con síntomas leves o inexistentes.

De la misma manera que en los humanos, algunos perros y gatos infectados de SARS- Cov-2 son asintomáticos, mientras que otros pueden presentar los siguientes trastornos respiratorios o gastrointestinales: fiebre, tos, dificultad respiratoria, letargia, estornudos, descarga nasal, diarrea y vómitos.
Por otro lado, del mencionado estudio se puede extraer el hecho de que la prevalencia de la enfermedad es alta en perros y gatos y ello podría hacer suponer que las mascotas actuaran como reservorio natural del virus, pero hasta la fecha no se ha notificado la transmisión de un perro o gato a la especie humana y por lo tanto no tienen relevancia en la pandemia actual.
Actualmente, entre nuestras mascotas el riesgo es bajo y no sería necesaria una vacuna para los animales de compañía según apunta el estudio realizado por el Centro Visavet de la Universidad Complutense de Madrid. La conclusión de este estudio, realizado en perros, gatos, hurones y linces, evidencia una baja prevalencia y seroprevalencia de la enfermedad en las mascotas, siendo el 98% de los positivos, aquellos que convivían con propietarios o cuidadores infectados por SARS-CoV-2.
 

El estudio confirma que, tras los análisis realizados, se puede establecer que las mascotas se contagian de los humanos, pero los humanos no se contagian de las mascotas, ni existe transmisión del virus entre ellas.

¿Sería necesario vacunar a nuestros perros y gatos frente a COVID-19?

A pesar de que el SARS-Cov-2 no provoca síntomas o son leves en la mayor parte de los animales, existen científicos que apuntan a que la vida silvestre pueda convertirse en reservorio de infección y susceptible de mutación viral con posibilidad de transmisión a la especie humana. Hay animales que ya está siendo vacunados en Rusia y Estados Unidos por la posibilidad de que el flujo de coronavirus (como en los visones) pueda provocar mutaciones que lleguen a ser peligrosas por su capacidad de contagio.
Se ha registrado el contagio en grandes felinos, gorilas, hurones y visones. Los animales afectados son individuos en cautiverio, con un estrecho contacto con humanos, siendo el visón de granja en Dinamarca el más conocido.

Según el responsable del Proyecto” Estudio del potencial impacto del COVID-19 en mascotas y linces”, J.M Sánchez Vizcaíno, ante la existencia de un bajo nivel de riesgo, no sería necesaria una vacuna para las mascotas, aunque la capacidad de mutación del virus hace que sea necesario no abandonar la investigación y mantener niveles preventivos.

¿Cómo actuar ante una sospecha de COVID-19 con nuestras mascotas?

Las recomendaciones realizadas desde la CDC (Centers for Desease Control and Prevention) ante un caso confirmado de Covid-19 en un propietario de mascota, es el evitar el contacto directo con su perro o gato y notificar la aparición de posibles síntomas en los animales a su veterinario. Si una persona ha dado positivo en COVID-19, pero debe mantener a su mascota en casa, debe tener las mismas medidas que con cualquier persona, es decir, mantener la distancia, llevar mascarilla en presencia del animal y evitar en la medida de lo posible un contacto estrecho (evitar que le chupe, no acariciarlo...), lavarse las manos antes y después de tocarlo o al manipular su comida y manteniendo una correcta renovación de aire. Sin embargo, no es necesario que el animal lleve mascarilla.

Ya hemos dicho que los síntomas de una posible infección por COVID-19 en nuestro perro y gato suelen ser leves (letargia, fiebre, vómitos, diarrea, tos, descarga nasal...) o incluso ser como en algunos humanos asintomáticos. En el caso de tener que requerir asistencia veterinaria, la mascota en ningún caso deberá ir acompañada de propietarios en cuarentena o de personas que hayan dado positivo en COVID- 19 y se debe informar a la clínica veterinaria para que en la medida de lo posible se realice con cita previa y no coincidente con el resto de los pacientes ni propietarios.

Para terminar, si se me permite un planteamiento sociológico, la pandemia por COVID-19, puede que haya supuesto una revelación para muchas personas que, ante la soledad impuesta por el confinamiento, la palabra Animal de Compañía tenga ahora un verdadero sentido. 

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