Orígenes del bulldog francés
Mientras que el Bulldog inglés tiene sus orígenes en la Antigüedad, su descendiente, el Bulldog francés, más pequeño, se obtuvo en 1880 mediante el cruce con terriers y otros perros de razas indeterminadas. La raza se hizo oficial en 1898.
Viéndolo hoy en el trono de los salones, ¿podemos creer que el Bulldog francés, llamado antiguamente «perro de carnicero» o «perro de los estibadores», era en el siglo XIX el perro favorito de los barrios obreros parisinos?
Carácter y comportamiento del Bulldog francés
Pequeño pero valiente y lleno de afecto
Cariñoso e hipersensible, este perrito también es extremadamente valiente. Defiende tu hogar independientemente de su pequeño tamaño.
Consejo de SantéVet: el Bulldog francés se ha convertido en un perro de moda. Hay demasiados criadores de mala calidad que prefieren proporcionar volumen en lugar de realizar el indispensable trabajo de selección. Presta atención a las prácticas de los criadores y los orígenes del perro.
Deportista de domingo
Lleno de alegría de vivir, es un compañero encantador, adaptado a la vida urbana. Su necesidad de ejercicio físico no es grande, pero le encanta jugar.
Su mayor placer es pasar la tarde en tu regazo. Tiene un lado de vividor bastante pronunciado. ¡Olvídate de los deportes caninos como el «agility» o el «canicross»!
A saber: su cara plana le hace propenso a roncar cuando duerme, lo que puede ser muy molesto para tu mascota. Háblalo con tu veterinario.
El dueño ideal del Bulldog francés
Cualquiera que esté dispuesto a ofrecer una presencia diaria a este perro que no soporta estar solo. Una persona mayor podrá elegirlo sin problemas (el Bulldog francés es un perro que sabe mantener la calma).
Una familia también es una buena opción, ya que a este perro le encantan los niños y es un amable compañero de juegos. También es fácil de adiestrar, pero hay que enseñarle a obedecer desde pequeño, ¡ya que puede tener un fuerte temperamento!
¿Es tu primer perro? El Bulldog francés es perfecto para los nuevos dueños. Pero con esta raza de perro, debes estar preparado para garantizar un buen seguimiento veterinario.
Características físicas del Bulldog francés
El pelaje del Bulldog francés
El pelaje del Bulldog francés está formado por pelo corto y liso. Puede ser leonado o atigrado (pelaje con rayas discontinuas de varios colores) o blanco y atigrado (codorniz).
El tamaño del Bulldog francés
Compacto en todas sus proporciones, este pequeño perro de tipo moloso puede medir entre 25 y 35 cm. Es, por lo tanto, un perro de silueta compacta, ideal para las personas que viven en pisos.
El rostro del Bulldog francés
La cabeza es cuadrada y tiene grandes orejas con las puntas redondeadas. El hocico aplastado del Bulldog francés suele ser lo que hace que su dueño se enamore de él.
No obstante, es importante no olvidar que la cara plana es una modificación hecha por el ser humano que puede causar muchos problemas respiratorios en el Bulldog francés.
Sus ojos son redondos y oscuros.
Mantenimiento del Bulldog francés
Con su pelaje corto y al ras, este perro es fácil de asear. Un cepillado a la semana es suficiente. No obstante, hay que limpiar bien los pliegues de la piel, como en el Shar pei.
Si tienes que lavar a tu perro, elige un champú para perros de pH neutro. Sécalo bien después del baño, es un perro bastante sensible al frío en invierno y quizá necesite algo de ropa para perros para mantener el calor.
Atención: es sensible al calor del secador de pelo. También debes cepillarle los dientes para evitar la formación de sarro.
Una buena oferta: el seguro médico para mascotas de Santévet cubre la eliminación de sarro.
Enfermedades del Bulldog francés: trastornos cardíacos y respiratorios
De naturaleza más bien robusta, el Bulldog francés puede ser propenso a las enfermedades cardíacas ligadas a sus frecuentes problemas respiratorios y óseos.
Problemas respiratorios en el Bulldog francés
El Bulldog francés es una de las razas «braquicéfalas», es decir, con el hocico plano (debido a la manipulación genética humana). Esta cara aplanada suele tener como consecuencia problemas respiratorios, en concreto, una respiración ruidosa en el caso del Bulldog francés.
Esta nariz aplanada provoca regularmente dos problemas respiratorios principales, que pueden operarse, según su gravedad:
Estenosis nasal: el Bulldog francés compensa su dificultad para respirar por las fosas nasales (demasiado pequeñas) respirando por la boca. Es una malformación congénita.
Alargamiento del paladar blando: la entrada a la laringe está más o menos obstruida debido al exceso de volumen y/o longitud del paladar blando.
La obstrucción del flujo de aire puede provocar ronquidos, que pueden dar lugar a síncopes (mala oxigenación del cerebro debido a apneas de varios segundos, que provocan la pérdida de conciencia).
Otras enfermedades del Bulldog francés
Debido a sus ojos prominentes, el Bulldog francés suele tener problemas oculares: sus ojos son mucho más sensibles a las irritaciones.
El Bulldog francés también es a veces víctima de enfermedades óseas y, en particular, a nivel de la columna vertebral (alto riesgo de hernia discal).
Para no forzar demasiado sus vértebras, se desaconseja hacer que suba o baje las escaleras de manera intensiva o hacerle saltar en exceso. Es mejor llevarlo.
En el Bulldog francés también se encuentran enfermedades infecciosas, como el moquillo (trastornos digestivos, respiratorios, nerviosos o cutáneos), la parvovirosis, la tos de la perrera o la leptospirosis. Es importante llevar su calendario de vacunas al día.
Esta raza también puede presentar problemas cutáneos (otitis, atopia, demodicosi, eccema, piodermitis, sarna sarcóptica, tiña, micosis, etc.). Las «arrugas» de la cara le hacen más propenso a las infecciones.
La inflamación de las almohadillas de las patas también es una dolencia común en el Bulldog francés. Puede deberse, por ejemplo, a una alergia, a un trastorno de comportamiento (por ejemplo, un perro ansioso que se lame las patas hasta mutilarlas), a una infección o a una simple irritación. Más raramente, puede revelar la presencia de un tumor, una conformación anormal de las almohadillas, quemaduras o incluso congelaciones.