¿Cómo educar a un perro?

Comenzar las sesiones de entrenamiento con tu cachorro en sus primeros meses de vida es la mejor manera de que este sea eficaz y pueda evitar así algún problema de conducta en la edad adulta. En perros adultos, aunque es posible, el adiestramiento es algo más complicado. Por eso, siempre recomendamos iniciarlo a una temprana edad, idealmente cuando aún es cachorro.

¿Por qué es tan importante la educación de un cachorro?

La educación de los perros no es un simple capricho de los humanos, sino que va mucho más allá y beneficia enormemente a los animales. No solo implica un tiempo de atención y una mejora en la convivencia con nuestro peludo, al conseguir que se adapte mejor a nuestras órdenes, sino que también incrementa su bienestar y su seguridad. De hecho, tener ciertas pautas de comportamiento (cuantas más, mejor) es muy necesario para ellos.

La educación canina, independientemente de la raza, es fundamental como vía de comunicación con nuestras mascotas. Gracias a ello, conseguiremos tener un animal mucho más equilibrado y feliz, que disfrutará al máximo del amor y compañía de todos los miembros de la familia.

Hay que dejar claro también que, bien implementado, el adiestramiento no implica ningún sufrimiento para los perros. Si se basa en el refuerzo positivo y se dan las órdenes con mimo y cariño, para ellos será más un juego interactivo que un entrenamiento. Con el adecuado estímulo, ¡ni siquiera se darán cuenta de que están aprendiendo!

Adiestramiento de un cachorro: ¿qué es lo primero que se le debe enseñar?

Entre muchos consejos que podemos darte, el más útil consideramos que es el de enseñar a tu perro a sentarse. Es, en nuestra opinión, lo primero que debes hacer, y has de hacerlo a través de una regla clara. La razón de comenzar por aquí la educación de tu mascota es que es una de las órdenes más sencillas de aprender. A través de ella, el perro es capaz de pedirte varias cosas, como por ejemplo salir a la calle o comer. Pero ¿cómo conseguir que interiorice esta orden?

Prueba con esto: utiliza un alimento que le guste o un premio para colocarlo junto a su hocico, realizando movimientos hacia arriba y hacia atrás. Con esto, conseguirás que el perro se siente instintivamente y, cuando lo haga, di en voz alta "siéntate" y dale el premio. En cuanto hayas repetido esta acción varias veces (en días distintos), tu perro sabrá perfectamente que tiene que sentarse cada vez que te oiga decir "siéntate".

Pero esto no es lo único importante que debes enseñar a tu cachorro cuanto antes. En concreto, destaca la necesidad de enseñarle a caminar con la correa y a orinar fuera de casa.

Enseñarle a caminar con la correa

Sacar a pasear al can es una de las obligaciones de todos los dueños de un perro. Por eso, lo mejor si vives en una ciudad es que aprendas pronto a pasearlo adecuadamente con la correa, es decir, sin que suponga un estrés ni para él ni para ti. Recuerda que no está permitido llevar a tu perro suelto por la calle, a menos que te encuentres en un lugar habilitado para ello. Además, asegurarlo con la correa te garantizará que no sufre ningún percance, centrando todos los esfuerzos únicamente en su disfrute.

Pues bien, para lograr que los paseos sean momentos agradables para los dos, puedes seguir estos consejos desde el principio:

  • Acostúmbralo antes de salir a dar largos paseos a caminar con la correa, entrenando con él en casa hasta que no ejerza ninguna tensión.
  • Durante los primeros paseos, permítele a él elegir la dirección que quiera y, mientras tanto, anímale a que camine siempre a tu altura.
  • Al mismo tiempo, tienes que llevar la correa suavemente ajustada e intentar seguir su ritmo, para que no note al principio ninguna tensión.
  • Cada vez que te pares, simplemente da un pequeño tirón, sin brusquedad, y espera a que él se pare también. Cuando lo haga, prémiale con caricias o con un premio.

En definitiva, se trata de desterrar la incorrecta idea de que la correa es un elemento de castigo o de sumisión

Enseñarle a hacer sus necesidades fuera

Lo más frecuente cuando un perro llega a un nuevo hogar es que ocurran pequeños 'accidentes', sobre todo si se trata de un cachorro. Pero tranquilo, puedes evitarlos siguiendo estas pautas, la mayoría de ellas basadas en tratar de reducir esa sensación de excesiva libertad que se les suele dar con su llegada al hogar:

  • Organízate para que tu cachorro solo tenga disponibles para él una o, como mucho, dos estancias de la casa (preferiblemente en las que vosotros paséis más tiempo).
  • Siempre que no puedas tener controlado a tu perro (por ejemplo, por la noche), colócalo en un transportín lo suficientemente grande y con acceso a agua. Ten en cuenta que los perros rara vez orinan en el mismo sitio en el que duermen.
  • Dale sus comidas y sácalo a pasear siguiendo un horario regular y programado, de modo que desde el principio pueda ir estableciendo y comprendiendo ciertas rutinas.
  • Cada vez que consigas que tu perro haga sus necesidades en la calle, felicítalo y prémialo como mejor consideres.
  • Por el contrario, intenta evitar castigarle o reñirle si se le escapa el pis en casa. Piensa que, seguramente, no lo ha hecho de manera voluntaria.
  • Si tu mascota se orina en casa, además de no regañarle, debes tratar de limpiar el lugar y eliminar el olor cuanto antes. Eso sí, no utilices lejía, ya que este producto puede despertar aún más su interés en este sentido.
  • Piensa que los perros que aún son cachorros no saben expresar sus ganas de salir a la calle, así que no esperes demasiado si crees que tu mascota puede estar teniendo ganas de orinar. 
  • En caso de que en casa veas que tu perrito comienza a dar vueltas o a olfatear de forma insistente el suelo, puede significar que necesita salir a orinar.
  • En las primeras salidas, que al principio tienen que ser más frecuentes, llévalo siempre al mismo lugar, para que reconozca su propio olor.

10 órdenes de entrenamiento para perros que funcionan

A continuación, compartimos las órdenes que ayudarán a tu peludo a tener una vida feliz a tu lado. Para conseguirlo, di:

  1. Sienta: es la orden con la que hemos comenzado, la de invitar a tu perro a sentarse.
  2. Quieto: muy útil en el día a día, cuando llegan visitas a casa o cuando quieres hacer un descanso en tus salidas de casa con él.
  3. Échate: con esta orden puedes conseguir que tu cachorro se tumbe a descansar cuando tú se lo pidas.
  4. Ven aquí: imprescindible si sueles jugar con él y te gusta liberarle de la correa (¡cuidado si vives en una ciudad porque el tráfico es peligroso!) o si quieres que vuelva de inmediato a un lugar concreto siempre que se lo pidas.
  5. Junto: es muy útil para conseguir que el can camine a tu lado en el paseo, y no por delante de ti ni más acelerado. Sin embargo, este ya comienza a ser un comando cuyo aprendizaje requiere de un poco más de paciencia y perseverancia. No se aprende de la noche a la mañana.
  6. Trae: enséñale esta orden si quieres que aprenda a devolverte las cosas que le has lanzado. De este modo, aprenderá a jugar y esto le servirá para estar más sano y liberar tensiones.
  7. Suelta: muchos perros, aunque logran traer de vuelta la pelota, no se la entregan con facilidad al dueño, y esto es un impedimento para seguir jugando. Evítalo con esta orden.
  8. Busca: otro juego que es muy divertido para ellos es el que consiste en esconder alguna de sus recompensas para que la encuentren.
  9. Ve: con esta palabra o con el término 'adelante' se le invita al perro a que corra con libertad. Es necesaria sobre todo en los perros más adiestrados, que esperan con frecuencia indicaciones de sus dueños.
  10. Salta: terminamos con esta orden que es muy común en los entrenamientos de agilidad canina (conocidos con el nombre de Agility).

Perros adultos: ¿cómo se les debe corregir?

Muchos perros adultos tienen problemas de comportamiento o socialización que sus dueños no son capaces de corregir. En estos casos, el adiestramiento desde cero, como tal, es muy probable que no funcione. Pero, en su lugar, hay algunas estrategias que sí podemos utilizar, como la de la "mordida" o "toque". Ese toque que efectuaremos sobre el perro le indicará que algo está mal hecho, pero lógicamente lo haremos con respetosin dañarle ni regañarle. Y tendrá que ir acompañado de un sonido firme que sirva de correctivo, como por ejemplo "no".

Te ponemos un ejemplo: si tu can ha avistado a lo lejos a otro perro y quiere salir corriendo a jugar con él, y tú quieres impedírselo, entonces lo que debes hacer es tirar suavemente de la correa (el toque) y pronunciar alto la palabra "no" (el sonido correctivo). Si lo que quieres es que no coja comida en la mesa, entonces cambia el tirón de correa por un toque firme pero indoloro con la mano extendida.

Puede que las primeras veces esto no funcione del todo bien con los perros adultos. Es normal, pues es más una técnica que el animal va interiorizando día a día. Ten paciencia.

Los trucos de libro más importantes para adiestrar a un perro

Hay una serie de pautas que se pueden seguir para que el adiestramiento sea más efectivo y, sobre todo, más agradable para tu mascota. Esta lista es la clave del éxito:

  • Educa con cariño, paciencia y constancia.
  • Emite órdenes claras y fáciles de entender, con frases cortas y un tono de voz firme.
  • No castigues ni grites al can. Al contrario, ofrécele mimos, caricias, juguetes y recompensas cada vez que tenga buenos comportamientos.
  • Usa siempre el mismo comando para un determinado acto.
  • En lugar de castigar las conductas inadecuadas, ignóralas privándole de su premio.
  • Ni humanices ni sobreprotejas a tu mascota, y permítele socializar con otros animales desde el principio.
  • Crea rutinas para que el perro se adapte a ellas.
  • Respeta su área personal, sobre todo cuando coma, duerma o explore en la calle.

Con estos sencillos consejos, te aseguramos que tu perro será mucho más equilibrado, obediente y feliz.

Obediencia canina: ¿cómo hacer que el perro obedezca?

Hemos de pensar que los perros son animales que necesitan y agradecen tener cerca a una figura que les inspire autoridad. Entendiendo esto y utilizando órdenes claras y un tono de voz seguro pero neutro, conseguirás todo lo que te propongas. Sobre todo, si te decantas por la educación canina basada en el refuerzo positivo.

He aquí el quid de la cuestión: una de las cosas más efectivas para promover la obediencia canina es el refuerzo positivo ejercido desde el primer momento de la convivencia. Aún hay muchos dueños que siguen empleando el castigo como método de adiestramiento, pero no saben que ofrecer premios es mucho más eficaz.

Recompensar al animal con sus golosinas o juguetes favoritos, al tiempo que le muestras todo tu cariño, hará que quiera repetir ese buen comportamiento una y otra vez, en casa y de paseo.

Véase también:

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