¿Dónde dejar a tu gato cuando te vas de vacaciones?
Tienes dos opciones a la hora de dejar en las mejores manos a tu gato en vacaciones:
Cuidadores de animales a domicilio
Los cuidadores, si son buenos profesionales, se encargarán de adaptarse a las necesidades de tu gato para que no le falte de nada mientras tu no estás. Y es que hay que tener en cuenta que los gatos son animales territoriales y que, en muchos casos, será mejor que no abandonen su casa cuando tu estés fuera. De ahí que el cuidado de mascotas a domicilio sea un servicio cada vez más valorado.
Si eliges esta alternativa, el cuidador se dirigirá a tu casa para visitar a tu gato, renovarle el agua y el alimento y encargarse de limpiar su arenero. Poco más necesitará tu gato (si se encuentra bien y no está enfermo).
Una vez que encuentres a la persona ideal que se encargue de tu gato en vacaciones, solo tendrás que preocuparte de disfrutar.
Guardería para gatos en Madrid y resto de España
El cuidado de mascotas se ha profesionalizado tanto que existen incluso guarderías para gatos en todo el territorio nacional. Se trata de alojamientos temporales para felinos que son gestionados habitualmente por personal especializado y cuyos precios suelen variar en función de unas cuantas variables, como el espacio, los servicios incluidos o la especialización de su plantilla.
En cualquier caso, allí se encargarán de darle el cuidado que merece a tu gato y de supervisar que se encuentre bien el tiempo que tú estés ausente.
¿Quién puede cuidar a mi gato?
Esta pregunta tiene una fácil respuesta: cualquiera puede ser cuidador de gatos, si ama a estos animales y dispone del tiempo y las ganas suficientes para hacerlo. Sin duda, es mejor que conozca a fondo las cualidades y costumbres de estos animales. Y también es valorable que todo cuidador tenga experiencia en cuidar gatos, mucho mejor si son suyos.
¿Qué hace un cuidador de gatos?
Básicamente, el cuidador de gatos se ocupa de cuidar del gato de otra persona y por ello cobra una determinada tarifa fijada con anterioridad a la prestación del servicio. La mayoría de los cuidadores se ocupan de todas estas funciones, que son las que más a menudo demandan los dueños de estos animales:
- Asegurar que el animal tenga siempre suficiente agua y comida.
- Limpiar el arenero del gato y su cama, si la tiene.
- Jugar y pasar algo de tiempo con el animal.
- Darle la medicación, si es que la necesita.
¿Cómo debe ser un cuidador de gatos?
Es muy importante que los cuidadores de gatos, además de amantes de estos animales, sean personas responsables. El bienestar de los felinos queda en sus manos cuando los dueños se van, así que deben tenerlo todo controlado.
¿Qué tan difícil es cuidar de un gato?
Si te gustan los gatos, sabrás que cuidarlos no es en absoluto complicado. Sin embargo, sí que hay que tener algunas cosas muy importantes en mente:
- Tomar las medidas preventivas necesarias: a los gatos les encanta escudriñar todos los rincones y espacios, así que el cuidador deberá cerrar bien ventanas y balcones para evitar cualquier susto. Además, los productos tóxicos para ellos que pueden existir en cualquier casa se deben poner fuera de su alcance. Por no hablar, claro está, del mobiliario o de los objetos de decoración que pueden dañar sin querer mientras juegan.
- Darle su espacio: los gatos necesitan tener un sitio concreto y más o menos privado para jugar, descansar, comer y lavarse.
- Fomentar una buena relación con los niños: si hay niños pequeños en casa, hay que hacerles entender que los gatos merecen su respeto. No son un juguete y, aunque compartan tiempo de juegos, no deben usarlos como tal.
- Integrarlos con el resto de las mascotas de la casa: si tienes un perro en casa, por ejemplo, hay ciertas cosas que puedes hacer para intentar que se lleven bien. Y, si lo que tienes en casa es otro animal que puede ser presa de un gato (un pájaro, un pez o un roedor), debes mantenerlo vigilado y alejado del gato en todo momento.
¿Cuánto cobra un cuidador de gatos?
Lo más habitual, por la propia personalidad territorial de los gatos, es que este servicio se lleve a cabo a domicilio. Es decir, que sea el cuidador de gatos el que se desplace hasta la casa del dueño para darle los cuidados acordados.
En estos casos, lo que cobra un cuidador de gatos, de media, son entre 7 y 12 euros por cada visita que realice. En cuanto a la duración de la misma, no suele ser de menos de media hora ni superar los 90 minutos.
Aparte, hay ciertos factores adicionales que influirán en que el precio sea finalmente más alto, como por ejemplo:
- Visitas más largas: si el gato necesita más cuidados o que el profesional pase más tiempo con él, se incluirá en la tarifa.
- El lugar de la visita: si el domicilio donde vive el gato está muy alejado del lugar donde vive el cuidador, puede que se cobre un extra.
- Visitas en festivos: como ocurre con casi todo, este servicio es algo más caro si tiene lugar en días festivos.
- Servicios extra: nos referimos, por ejemplo, a llevar al gato al veterinario si este se pone inesperadamente enfermo.
Lo normal es que todas estas cuestiones las acuerden cordialmente y previamente o sobre la marcha el dueño y el cuidador.
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