¿Debes preocuparte si tu gato te sigue incluso al cuarto de baño?
Vamos a empezar por establecer cuáles son los comportamientos felinos naturales y, por lo tanto, deseables. Los gatos son animales de compañía. Eso es cierto. Pero, también son félidos. Correr, cazar, patrullar y marcar el territorio está en su ADN. No debe sorprenderte que sus conductas reflejen habilidades adquiridas para sobrevivir en entornos salvajes.
Por otra parte, los humanos se han servido de los gatos durante siglos para librarse de los ratones que acechaban sus graneros. De un modo u otro, han propiciado que los gatos domésticos mantuviesen vivo su instinto cazador y esta es la clave para entender por qué tu gato te persigue.
Razones por las que tu gato te sigue
Hay muchos motivos lógicos que explican los comportamientos de los gatos, incluyendo la persecución. Algunos forman parte de su naturaleza gatuna. Otros, de la manera en que se relacionan con los humanos. Incluso hay razones que tienen que ver más con el entorno, otros animales y la crianza que han recibido desde que eran pequeños gatitos.
- Así se siente seguro. En cierto modo, tu gato te ve como a una madre. Desde que nace, un gatito va tras su mamá en busca de alimento y también para aprender de ella. Tú desempeñas un rol parecido al de la gata: le da de comer, limpia su arenero y le enseña qué es aceptable y qué no.
- Ha salido a patrullar contigo. Los gatos necesitan marcar su territorio, algo que ya habrás observado cuando tu compañero se frota contra los objetos y las personas. Esto lo hace para esparcir su olor. Seguramente, interpreta que su dueño hace lo mismo al ir de un lado a otro de la casa.
- Está jugando. Muchos comportamientos felinos se explican por el hecho de que los gatos son animales habituados a cazar. Habrás visto que, tras perseguirte un rato, se lanza a tus piernas. Es porque juega a atraparte. Es conveniente trener juguetes en casa.
- Está explorando el entorno. La curiosidad es un rasgo propio de los mininos. Al perseguirte, busca encontrar nuevos estímulos (objetos o rincones) que le entretengan o le enseñen.
- Se aburre. Los gatos de interior a menudo carecen de estímulos para desarrollar conductas innatas. Si, además, sus dueños pasan mucho tiempo fuera de casa, es lógico que deseen interactuar con ellos apenas vuelvan.
- Tu gato te quiere. Lejos del tópico, los gatos no son ni tan solitarios ni tan independientes como los pintan. Cualquier persona que haya tenido gatos en casa sabe que, con los años, se vuelven cada vez más sociables y afectuosos. Perseguir a los miembros de su familia humana es una forma de fortalecer sus vínculos con ellos.
- Quiere llamar tu atención. A veces, tu gato te persigue simplemente porque necesita algo de ti: tiene hambre, ha ensuciado el arenero, se siente solo... Incluso puede que tenga miedo y busque refugio en alguien que le inspire confianza. Lo normal es que maúlle también, ya que es su manera de comunicarse con otros gatos.
Si observas conductas que te hacen pensar que tu gato necesita ayuda, no dudes en consultar con un especialista en comportamiento. ¿Algunos ejemplos? Te persigue y maúlla insistentemente, ha dejado de seguirte y prefiere permanecer solo o se oculta.
¿Te siguen incluso los gatos callejeros?
No te preocupes: este es un comportamiento felino esperable. Por un lado, lo que ocurre es que detectan el olor de tu mascota. Y por otro, que interpretan que eres de fiar. Es muy habitual que los gatos callejeros busquen a alguien que les pueda proporcionar alimento, ayuda o simplemente cariño.
¿Tienes varios gatos en casa, pero solo uno te sigue?
Los gatos de interior también sienten la necesidad de marcar su territorio. Cuando se tienen varios gatos en casa, es fácil que alguno interprete que el humano es de su exclusiva propiedad. Por eso se frota contra él para transmitirle su olor, le sigue dondequiera que va y bufa a los otros gatos en cuanto se acercan.
La persecución: un comportamiento que cambia con los años
La costumbre de perseguir a sus dueños es más habitual en los gatitos jóvenes. Les siguen, a menudo interfiriendo en su marcha, para demandar su atención. Seguramente no les pasa nada: tienen pienso y agua en el comedero, y el arenero limpio. No es por una necesidad física sino más bien psicoafectiva. En otras palabras, necesitan jugar.
El juego fortalece los vínculos con los humanos, les mantiene activos y les enseña qué conductas son aceptables y cuáles no. Tómalo como una oportunidad de pasar tiempo con tu minino, disfrutar de sus ronroneos y acariciarle. También puedes aprovechar para educarle: no debe morder o arañar con fuerza.
Con los meses, conforme empiece a conocer el entorno y se sienta cada vez más seguro, limitará las persecuciones. También dedicará más tiempo a explorar otras alternativas, lo que suele ser motivo para pensar que los gatos son animales egoístas e independientes.
Pero, ¡tranquilo! Nunca olvidará que eres tú quien le proporciona el sustento y los cuidados que necesita. También tendrá presente el vínculo emocional que estableció contigo desde que era un pequeño minino. Aprovéchalo para seguir disfrutando de su compañía.
Si quieres aprender más sobre le comportamiento de tu gato, échale un vistazo a este artículo sobre por qué los gatos mueven la cola.
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