¿Qué es la displasia de cadera en perros?
La displasia de cadera es una enfermedad degenerativa que afecta la articulación de la cadera de los perros. En términos simples, se produce cuando la cabeza del fémur no encaja correctamente en la cavidad de la cadera, lo que provoca una fricción anormal en la articulación.
Si la articulación y cabeza del fémur se desarrolla de manera anormal, conllevará, a largo plazo, un deterioro gradual de toda la cadera.
Los perros heredan una predisposición genética a desarrollar esta afección, pero su aparición también depende de factores externos como:
- Alimentación inadecuada: una dieta rica en calorías y nutrientes, como tomar calcio en exceso, puede acelerar el crecimiento del cachorro y aplicar una presión innecesaria en sus articulaciones. Es importante evitar dietas hiperproteicas o que promuevan un crecimiento demasiado rápido.
- Ejercicio descontrolado: el ejercicio excesivo, especialmente, sobre superficies duras, puede agravar los síntomas de la displasia en perros predispuestos genéticamente. Se recomienda mantener una actividad física moderada y adecuada para la edad y el tamaño del perro.
- Sobrepeso: el exceso de peso sobrecarga las articulaciones y acelera el deterioro de la cabeza del fémur. Los perros con sobrepeso tienen más probabilidades de desarrollar problemas articulares, incluida la displasia de cadera.
Algunos animales pueden nacer con una predisposición genética sin desarrollar displasia si no están expuestos a factores externos que agraven el problema. Otros, sin antecedentes familiares, pueden padecer la enfermedad si se ven afectados por condiciones externas, como el sobrepeso o un crecimiento demasiado rápido.
Razas más afectadas o predispuestas
Las razas grandes y gigantes son las más propensas a sufrir displasia de cadera debido a su rápido crecimiento y peso. Entre las más comunes encontamos las siguientes:
Pastor alemán
● El Pastor alemán es una de las razas más conocidas por su predisposición genética a la displasia de cadera. Debido a su rápido crecimiento y gran tamaño, esta raza es especialmente vulnerable a problemas articulares.
● La displasia de cadera en el Pastor alemán puede aparecer desde una edad temprana, lo que afecta a su movilidad y calidad de vida.
● Los criadores responsables suelen hacer pruebas para reducir el riesgo en las camadas.
Labrador y Golden Retriever
● Ambas razas son propensas a la displasia de cadera debido a su complexión robusta y su tendencia a ganar peso fácilmente.
● Aunque son razas muy activas, la displasia puede limitar su capacidad para correr y jugar.
● Controlar el ejercicio y el peso de los Labradores y Golden Retrievers es clave para prevenir la aparición temprana de este trastorno articular.
Bóxer
● El Bóxer es otra raza afectada por la displasia de cadera, aunque en menor grado comparado con otras razas grandes.
● Su estructura muscular y energía puede disimular los primeros síntomas de la displasia. Sin embargo, con el tiempo, la condición puede manifestarse en dolor y cojera, lo que afectará a su vida activa.
Rottweiler
● El Rottweiler es una raza pesada con un crecimiento rápido, lo que aumenta su riesgo.
● La displasia de cadera es frecuente en Rottweilers y, si no se trata, puede provocar artritis severa y limitaciones físicas importantes.
San Bernardo
● El San Bernardo, debido a su gran tamaño y peso, tiene una alta predisposición a la displasia de cadera.
● Los cachorros de esta raza suelen crecer rápidamente, lo que aplica presión a sus articulaciones y los hace vulnerables a problemas de movilidad.
Sin embargo, la displasia de cadera también puede aparecer en perros mestizos o de razas pequeñas, aunque es menos común. La clave para evitar la displasia en cachorros es realizar una adecuada selección genética por parte de los criadores.
Síntomas de la displasia de cadera
Aunque puede aparecer a cualquier edad, los síntomas varían en función del avance de la enfermedad y la edad del perro. Los signos tempranos suelen pasar desapercibidos, pero, a medida que el perro crece, se vuelven más evidentes.
Signos tempranos en cachorros
En los cachorros, los síntomas de displasia de cadera pueden ser sutiles. Muchos dueños lo confunden con torpeza o simple agotamiento, pero algunos signos clave incluyen:
● Cojera intermitente: los cachorros pueden comenzar a cojear, sobre todo, después de jugar o correr, aunque esta cojera puede aparecer y desaparecer.
● Postura anormal: suelen mantener las patas traseras juntas o adoptar posturas extrañas al sentarse o estar de pie.
● Rechazo al ejercicio: si un cachorro parece evitar correr o jugar, podría estar evitando el dolor asociado al movimiento.
Síntomas en perros adultos
Conforme los perros crecen, los síntomas de displasia de cadera se vuelven más pronunciados y debilitantes.
Entre los signos más comunes en perros adultos destacan:
Cojera y rigidez
Los perros adultos con displasia muestran cojera en las patas traseras, especialmente, después de períodos prolongados de inactividad.
También pueden sufrir rigidez matutina o tras estar mucho tiempo tumbados.
Dificultad para levantarse y moverse
Uno de los síntomas más visibles es la dificultad para levantarse, particularmente, después de estar totalmente acostados.
Los perros afectados también pueden evitar subir escaleras, saltar o incluso caminar durante largos periodos, ya que les resulta doloroso.
Dolor y atrofia muscular
El dolor en la cadera es un síntoma persistente de displasia, especialmente, cuando la enfermedad ha avanzado. Como consecuencia de este dolor, los perros tienden a evitar el uso de las patas traseras, lo que provoca una atrofia muscular en la zona afectada.
Mientras tanto, los músculos de los hombros y el pecho pueden aumentar para compensar este desequilibrio, lo que cambia su forma de moverse.
¿Cómo anda un perro con displasia?
Un perro con displasia de cadera suele tener un andar característico que revela la enfermedad.
● En lugar de mover cada pata trasera de forma alternada, el perro puede «saltar» con ambas patas al mismo tiempo, en lo que se conoce como el movimiento de «salto de conejo».
● Sus caderas pueden balancearse de forma exagerada, dando la apariencia de que están «bailando».
● La cojera es más evidente después de períodos de ejercicio o descanso prolongado.
Este patrón de movimiento se debe al dolor y la inestabilidad en la articulación de la cadera, lo que obliga al perro a adoptar un andar anómalo para evitar el malestar.
Tratamiento de la displasia de cadera
El tratamiento conservador se centra en el manejo del dolor y la inflamación para mejorar la calidad de vida del perro sin corregir la displasia. Se utiliza en casos leves o en perros no aptos para cirugía debido a su edad o salud general. Incluye:
● Medicamentos antiinflamatorios y analgésicos.
● Condroprotectores, que ayudan a proteger el cartílago articular.
● Fisioterapia e hidroterapia para fortalecer los músculos y mejorar la movilidad.
● Control de peso y ejercicio moderado.
¿Cuándo operar a un perro de displasia?
El momento ideal para operar a un perro con displasia depende de varios factores, como la edad, la severidad de la enfermedad y la presencia de artrosis. Los veterinarios suelen recomendar la cirugía cuando:
● El perro muestra dolor constante, que no mejora con un tratamiento conservador.
● La movilidad está gravemente afectada.
● La radiografía muestra un daño articular significativo, lo que sugiere que la displasia está avanzando y puede empeorar sin intervención quirúrgica.
En cachorros jóvenes, la cirugía puede ser preventiva, mientras que, en perros adultos, se realiza para aliviar el dolor y mejorar la funcionalidad de la cadera.
¿Cuánto tarda en recuperarse un perro de una operación de cadera?
En general, el período de recuperación dura entre 6 y 18 semanas, aunque dependerá del tipo de cirugía. Durante ese tiempo, el perro debe mantenerse en reposo, con ejercicio limitado para evitar complicaciones.
¿Cuántos años puede vivir un perro con displasia de cadera?
Un perro con displasia de cadera puede tener una vida normal y longeva si recibe el tratamiento adecuado. Con un diagnóstico temprano y tratamiento adecuado (ya sea conservador o quirúrgico), un perro puede vivir tantos años como uno sano.
¿Cuánto cuesta la operación de displasia de cadera? Precios de cirugía y costos adicionales
El precio de una operación de displasia de cadera en perros puede variar en función de diversos factores, como el tipo de intervención, la gravedad de la afección y la ubicación de la clínica veterinaria.
El nivel de gravedad de la displasia determina qué tipo de cirugía es necesaria:
● Los casos leves pueden gestionarse con procedimientos menos invasivos, mientras que los casos severos suelen requerir cirugías más complejas y costosas, como el reemplazo total de la cadera.
● A mayor gravedad, mayor es el costo debido a la complejidad y los recursos necesarios.
El tipo de cirugía es uno de los factores determinantes en el precio:
● Osteotomía triple pélvica (OTP): Indicada para mascotas jóvenes, este procedimiento tiene un costo de 800 a 1500 euros, dependiendo de la clínica.
● Osteotomía de pubis: Menos invasiva y más económica, cuesta entre 500 y 1200 euros y se realiza en cachorros muy jóvenes para prevenir la displasia.
● Reemplazo total de cadera: Para perros con displasia severa, es la opción más costosa y efectiva, con un precio que varía entre los 2000 y 5000 euros por cadera, dependiendo de la clínica y la experiencia del cirujano.
La ubicación de la clínica también influye en el precio, ya que, en áreas urbanas o clínicas especializadas, los precios suelen ser más elevados. Además, el nivel de experiencia del cirujano en cirugías ortopédicas puede incrementar el precio, aunque garantiza mejores resultados y menores riesgos postoperatorios.
Pero además, es importante considerar los gastos adicionales asociados al proceso, desde la evaluación preoperatoria hasta la recuperación del perro.
Consulta veterinaria
El veterinario realizará varias consultas antes y después de la operación para evaluar el estado del perro y su progreso. El precio de estas consultas varía, pero suele oscilar entre los 50 y 100 euros por visita, dependiendo de la clínica y la región.
Radiografías
La radiografía es esencial para confirmar la displasia de cadera y determinar el tipo de intervención quirúrgica necesaria.
Una radiografía simple tiene un precio que puede estar entre 36 y 80 euros, dependiendo de la calidad de la imagen y si se requieren sedantes para que el perro esté inmóvil durante la prueba.
Análisis de sangre
Antes de la cirugía, el perro necesitará un análisis de sangre para verificar su estado general de salud y asegurar que es un buen candidato para la operación. El precio de estos análisis suele rondar los 70 euros, dependiendo de las pruebas necesarias.
Medicamentos y cuidados postoperatorios
Después de la cirugía, el perro necesitará medicamentos para el manejo del dolor y la inflamación, además de posibles antibióticos para prevenir infecciones.
Estos medicamentos tienen un precio medio de entre 50 y 200 euros, dependiendo de la duración del mismo.
Además, los cuidados postoperatorios incluyen vendajes, visitas de seguimiento y la posibilidad de sesiones de fisioterapia para ayudar al perro a recuperar la movilidad.
¿Qué hago si no tengo dinero para operar a mi perro?
Contar con un seguro para mascotas puede ser la mejor opción para cubrir costos veterinarios, sobre todo, en caso de imprevistos.
La mayoría de seguros suelen cubrir cirugías, hospitalización, medicamentos postoperatorios y terapias de rehabilitación, lo que puede aliviar significativamente el gasto.
Pero existen diferentes tipos de seguros y no todos cubren la cirugía de displasia, por tratarse de una enfermedad preexistente en la mayoría de casos.
Por tanto, es importante que consultes las coberturas. Aun así, recuerda que contratar un seguro de salud para tu mascota te permitirá garantizar una atención de calidad y evitar las preocupaciones por los gastos imprevistos que puedan surgir. Invertirás en tranquilidad, tanto para él como para ti.